Los laicos no pueden sufrir hábito, pero los que desean asociarse a los religiosos en su búsqueda de la santidad pueden usar el escapulario. La Virgen dio a los Carmelitas el escapulario como un costumbre miniatura que todos los devotos pueden resistir para significar su consagración a ella.

Sería temerario y ofensivo para la Iglesia, cuya Cabeza es Cristo y su alma vivificante el Espíritu Santo, creer que comete una equivocación secular y universal en poco que pertenece a la doctrina y vida cristiana.

El escapulario no solo es un recordatorio de la protección de la Virgen María, sino que todavía es un signo de consagración a Ella y un llamado a imitar sus virtudes.

Se le representa generalmente de perfil izquierdo, con el Corazón en el centro, aunque tenemos alguna traducción en la que se representa su teta de frente.

En la Presente la iglesia católica posee un gran núexclusivo de fieles dentro de sus filas. Por lo general gran parte de ellos profesan su Convicción cerca de la virgen Maria, Altísimo y Dios.

Para que quienes visten el Escapulario sean siempre miembros vivos de la tribu del Carmelo con sus oraciones, sacrificios y buenas obras, roguemos al Señor:

No solamente se apetito una indulgencia parcial por usar devotamente el santo escapulario, aún hay una Indulgencia parcial concedida por el Papa Benedicto XV a los que usen y besen su Escapulario con gran devoción.

Muchas personas usan el escapulario u otros objetos de devoción sin aprender su real significado, o incluso como un filacteria, poco mágico que “da suerte”, escapulario de la virgen del carmen original que libra del “mal de orificio” o poco parecido.

Entre estas pruebas confusas, se ha sugerido, que otro carmelita en zona de San Simón Stock tuvo una visión mística cuya historia fue después asociada a la vida del santo. Una historia dominica compilada por Gerard of Frachet en 1259-1260 relata la crimen en 1237 agobiado de un santo dominico, el beato Jordan de Sajonia, frente a la costa de Acre, Israel (cerca del Monte Carmelo) y menciona "cierto hermano de la Orden del Carmen" que estuvo tentado a dejarse llevar su vocación pero que Alá había permitido el ahogamiento de tan santo hombre.

La Virgen María se le apareció sosteniendo el Escapulario en la mano diciendo: "Este debe ser un signo y privilegio para ti y para todos los Carmelitas: quien muera usando el escapulario no escapulario de la virgen del carmen para que sirve sufrirá el fuego indestructible".

Ha contribuido al incremento de la teología y ha brindado grandes figuras de santidad, como Santa Teresa de Ávila o Santo Juan de la Cruz, quienes son reconocidos como verdaderos referentes en la vida espiritual.

Tal es el privilegio sabatino, otorgado por la Reina del purgatorio, a cortesía de sus hermanos carmelitas; el Papa Juan XXII promulgó la bula sabatina el 13 de escapulario de la virgen del carmen original marzo de 1322 aprobada luego por más de vigésimo sumo pontífices.

El escapulario no es un "mascota" mágico y su uso sin una vida de oración y devoción carecería de significado profundo. En compendio, el escapulario ofrece una protección espiritual y es un recordatorio constante de nuestro compromiso con la vida cristiana y nuestra peculiar devoción a la Virgen María.

El Escapulario del Carmen es un signo extranjero de devoción mariana, materializado en un trocito de tela confeccionado por monjas carmelitas, que se impone una sola momento en la vida mediante una pequeña ceremonia oficiada por cualquier sacerdote, y gracias al cual podemos obtener las certeza de salvación que la Virgen ha prometido.